miércoles, 31 de octubre de 2018

LA LIBERTAD. Por Juan Carlos Martín Matilla




     El tema de la libertad del ser humano ha sido tratado desde diferentes  puntos de vista a lo largo de la historia. La libertad es un don o un atributo propio, único y esencial de los seres  humanos, y  por eso se diferencian del resto de los animales. Cuando Dios nos crea, nos hace libres; mientras que  los demás  animales actúan por  sus instintos y  carecen de la capacidad de elección entre una u otra conducta .
    La libertad  conlleva  elección, y, por lo tanto, responsabilidad .De tal manera que  los actos  de los seres humanos están sujetos  a normas  morales, por las que  van a ser juzgados. Las acciones de un animal irracional nunca  pueden ser juzgadas desde un  punto de vista moral; no se pueden calificar  ni de malas ni de buenas, ya que   proceden del mero instinto, no nacen de la libre elección; así no están sujetas a responsabilidad. En cambio, las personas  sí serán  juzgadas  moralmente, puesto que son libres de  elegir sus actos  y  son responsables  de esta elección .
      Frente  al hecho de la libertad, han surgidos teorías  filosóficas  que defienden que el ser humano no es  libre; sino que  se halla determinado desde su nacimiento por un hado o destino que “ha escrito” su vida y  rige  su  propia existencia . Esta  teoría determinista estuvo muy en boga  durante  el siglo XIX y gran parte  del siglo XX e influyó en autores  del Naturalismo, como Zola o Emilia Pardo Bazán ,y en el siglo XX, en la obra de Camilo José Cela, “La Familia de Pascual Duarte”, por ejemplo.
      El determinismo niega la libertad humana y considera a  la persona  como una marioneta  en manos del destino, incapaz de ser dueña de su propia vida .En el ámbito religioso, la herejía calvinista, una de tantas sectas en las que se divide el protestantismo, defiende el determinismo a la hora de explicar  su teoría sobre  la salvación del ser humano. Para esta  variante  de las Iglesias reformadas, el ser humano  se  halla predestinado  a su salvación o a su condenación  en la otra  vida, tras  su muerte. Por lo tanto,  niega  el libre  albedrío como don que Dios otorgó  a las personas. Este  asunto fue  muy debatido  en  los siglos XVI y XVII, cuando la reforma  protestante  puso en tela de juicio varios  dogmas o  principios  del catolicismo. Calderón de la Barca  lo trató  en profundidad  en su  famosa  obra “La vida es sueño”.
        Es indudable que todo ser humano está condicionado por una  diversidad de factores, que de una u otra  manera  limitan su libertad. Ortega y Gasset  ya  dijo  su conocido aforismo :”YO SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS”. Nacemos en un lugar, en un tiempo  o en un ambiente cultural o económico que condiciona  el hecho de que seamos  totalmente libres  a la hora de elegir  nuestra  vida. Pero  también, este  autor  afirmó  que la vida  es  elección, por lo tanto capacidad de optar con libertad  ante una serie de posibilidades  que se nos ofrecen . 
         Como conclusión, hemos de afirmar que somos libres dentro una existencia  condicionada  por una serie  de  factores  que  limitan  el desarrollo pleno de nuestra libertad .La libertad  absoluta  no existe  en tanto  que  las personas  están sometidas  a muchas limitaciones tanto biológicas como intelectuales o económicas. Pero el que  existan ciertos impedimentos no implica  que las personas estén  determinadas  a ser de una u otra manera, como postulaba  el naturalismo más  radical decimonónico. Es posible  cambiar  la vida, a pesar  de  todos los obstáculos  y condicionantes .
           ¿Somos  libres o  lo que  creemos  libertad  no es más que  una determinación del destino que nos hace  creer que  somos libres ?

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